por Oswaldo Villaseñor Pacheco

La “Calada” a Quirino
por Oswaldo Villaseñor Pacheco

Cuando Juan Millán asumió la gubernatura de Sinaloa en los primeros meses de su mandato, se desató una escalada de violencia que puso al borde de la exigencia ciudadana el reclamo de seguridad.

La respuesta del gobierno Millanista fue que la delincuencia lo estaba “calando” pero que al terminó de su sexenio la inseguridad no sería el principal reclamo de los sinaloenses.

Seis años más tarde, llegó al poder Jesús Aguilar Padilla y su gobierno inició en los primeros meses, igual de manera violenta y convulsionada.

La respuesta de Aguilar o frase que pasó a la historia fue la siguiente. Se trata de algo “normal”. Así inician todos los gobiernos.

Seis años más tarde llegó Malova al poder y sus primeros meses fueron igual de convulsionados que el fin de la era de Aguilar.

Los delincuentes se paseaban por las calles, mataban policías, rafagueaban instalaciones de la policía, desaparecían gente. En fin, todo lo que años más tarde le dio vida al discurso de Malova para comparar su inicio de gobierno con los últimos años del mismo y asegurar que se ganaba la lucha contra la delincuencia.

La frase que pasó a la historia fue que la delincuencia lo “Retaba” pero que era un gobierno echado para adelante y que tomaría el toro por los cuernos.

Seis años más tarde la misma historia se repite. Los primeros meses del gobierno de Quirino Ordaz se ven convulsionados por la ola de violencia. La frase con la cual definir lo que sucede en Sinaloa aun no surge o ha pasado desapercibida.

El común denominador de estos cuatro inicios de gobierno, es que todos han sido “Calados”, han sido visto “como algo normal”, los “han retado” o parecieran indiferentes, pero todos han empezado de manera violenta.

Lo que si es cierto también, y es un ingrediente adicional, es que hoy no solo se vive una guerra entre o contra la delincuencia, sino también se libra una guerra mediática. Las dos guerras de las cuales hemos dado cuenta en reiteradas ocasiones en este mismo espacio.

De ahí la importancia de revisar las estadísticas y los números para intentar entender que pasa en Sinaloa en el arranque de este nuevo gobierno. Si bien las estadísticas son frías, detrás de sus números hay una parte muy caliente y que lastima a los sinaloenses. Cada número es una familia lastimada y agraviada por la violencia y la delincuencia.

1.-De acuerdo a cifras oficiales consultadas en las estadísticas tanto de la PGJE y SNSP arroja que el gobierno de Malova, arrancó convulsionado por una ola de violencia pero en sus números finales de los primeros cinco meses, no fueron tan malos como el último año de Jesús Aguilar.

Aguilar tuvo 980 homicidios en los primeros cinco meses del 2010 y Malova solo 838. Eso sí, una cifra muy alta en comparación con los 434 registrados en ese mismo lapso de tiempo en el 2016, su último año. Malova logró reducir el número de asesinatos de su primer año al último.

2.-Sin embargo, cuando se revisa el arranque de Malova y el de Quirino, osea el año de la “calada”, del “Reto” de los delincuentes al gobierno naciente, los números también dicen mucho. Malova tuvo 838 y Quirino 721. Hay menos muertos pero la otra guerra, la mediática pareciera hacer la gran diferencia.

3.-En robo de Vehículos que es un delito que lastima el patrimonio de las familias sinaloenses y no son solo números fríos, la estadística también dice mucho. Malova tuvo 4200 robos registrados en los primeros cinco meses y Quirino 3,117. Ambos números son alarmantes, pero la guerra mediática pareciera ser la gran diferencia.

4.-En el robo de local comercial, en el 2011 con Malova se registraron en los primeros cinco meses un total de 1521, mientras que en los primeros cinco meses del 2017, osea con Quirino van 345. Siguen siendo muchos los de ambos, pero la guerra mediática pareciera ser la gran diferencia.

5.-En Robo a Casa Habitación en los primeros cinco meses del 2011 se denunciaron 388 y en el 2017 van 176.- Otra vez la guerra mediática pareciera ser la gran diferencia.

6.-En Secuestro en el 2011 se registraron 13 en los primeros cinco meses y en el 2017 solo van 3.

En desapariciones forzadas que se empezó a tipificar así hasta el 2014, -antes se tipificaba como privación ilegal de la libertad- se registró entre este año y el 2016, un total de 2029 casos, más 1421 que apenas se han empezado a denunciar ocurridos en los mismos años, dan una suma 3450 que si se dividen entre tres años que se empezó a clasificar así, dan un total de 1150 por año.

En los primeros cinco meses del nuevo gobierno no se pudo encontrar estadística de este delito que pareciera ahora no existir en gran magnitud.

7.-Asi con estos números del año de la “calada” del “reto”, del año que pareciera “normal”, la verdad es que los sinaloenses tienen razón y elementos para pensar que se vive en un clima de violencia, de inseguridad, pero insistimos, la guerra mediática, es hoy en día la gran diferencia en la percepción social sobre este tema.

8.-Pero además, en esa percepción, hay otro factor que es digno de observar y de aplaudir. El despertar ciudadano.

Si se trató de la lucha justa de los agricultores al salir a la calle, al bloquear carreteras, su demanda era de recursos adeudados desde el año 2014 y que desde luego durante los dos últimos años de Malova, no se animaron a protestar por miedo a la represión gubernamental de que eran objeto o porque sus líderes estaban “maiceados”. Hoy la circunstancia es diferente y eso también abona a la guerra mediática.

9.-Si se trató de la manifestación, caravana y mitin de los grupos de “Rastreadoras” que encararon y emplazaron a las nuevas autoridades de la Fiscalía al darles un mes para encontrar a los desaparecidos o pedirles que renuncien, también vale la pena aplaudir que ahora si se animen a protestar, pero sin dejar de observar que los desaparecidos que hoy reclaman se dieron en los años del anterior gobierno, donde prácticamente todos callaron por miedo o por complicidad. Eso también le abona a la guerra mediática.

10.-Si a esto se le suma que ahora si salen y se animan a protestar maestros, abogados, periodistas, médicos –que durante el anterior sexenio no se animaron- por crímenes cometidos durante esta administración, entonces el abono a la guerra mediática se vuelve invaluable.

11.-En fin, la guerra de los números en cuanto a hechos delictivos, pareciera irla ganando el gobierno de Quirino, pero no la guerra mediática. Esa la va perdiendo y pareciera que con mucho.

Ese es el Sinaloa al día de hoy.

Habrá que estar pendientes.

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